dimecres, 19 d’octubre del 2011

Rodando un Final Feliz

ESCENA 1. LOCAL DE ENSAYO.

(oscuro, conforme empieza a hablar Leo se enciende un tenue foco que enfoca un lateral del escenario. Elena se encuentra sentada en una silla de ruedas justo al otro lado, donde aun no se le ve. La voz de Leo, en en estos momentos es una voz en off, él se encuentra entre el público)

Leo: Elenita, cariño, sitúate aquí, enfrente. Ábrete al foco porque sino no se te va a ver una puta mierda.

Elena: Me molesta la luz si me da de pleno en los ojos. (Se mueve hacia la luz y entra enfrentandose a ella, el espectador comienza a descubrir al ver sus pies que va en silla de ruedas y Elena acaba situándose donde le ilumina completamente el foco)

Leo: Yo bajo la intensidad, pero venga, vamos a ello, ¿te ayudo?.

Elena: No, no me hace falta, ya estoy, ¿empiezo?.

Leo: Empieza.

Elena: (Interpretando un personaje comienza a decir el texto)

Parto de un lugar desde donde la partida es infinita y de vez en cuando se reparten agradecimientos. Me partí físicamente en dos fragmentos partidos por un echo hecho a pedazos. Partiendo verdades universales y prejuicios impuestos por la sociedad reparto, hoy, un fragmento de mi pensamiento ocurrente que parte de mi, de mi vida, y que como reparto de actrices me tiene a mi como protagonista de este parto embarazoso donde nace la verdad.

De cintura para arriba pienso, a veces, el recorrido del camino de mi vida, de cintura para abajo todo es más técnico, solo hay que proponérselo desde arriba y ¡a funcionar!. Por ello creo firmemente que mis extremidades inferiores tan solo serán el transporte que me conducirán donde yo quiera llegar. Igualmente podemos prescindir de ellas, por supuesto, ya que siempre que nuestra parte superior se lo proponga podremos llegar donde queramos hacerlo.

Os hablaba hace un instante del recorrrido del camino de mi vida, el recorrido camino de mi vida (pensativa, silencio). En cierta ocasión recuerdo haberme partido en dos, cuerpo por un lado, alma por otro. Fue la razón por la cual dejé de bailar, hasta entonces estudiaba danza y hasta este entonces todo lo que sentia lo bailaba y viceversa, ahora solo vivo, ya no bailo. El recorrido del camino de mi vida (pensativa, silencio). Camino sin caminar, bailo sin bailar, bailo para mi, yo soy mi propia espectadora y observo que bailo al son de la melodia que marcan mis pasos cada dia, tan solo mis vivencias son las que dejan huella en el suelo por donde paso. Unas marcas que se borran con tan solo un soplido, si yo quiero. Ayer no quise hacerlo, hoy, probablemente, tampoco. Partiríamos el mundo si no quisiéramos hacerlo nunca.

Leo: ¡vale!, hasta aquí (se acerca hacia ella hasta que el foco también le ilumina a él)

Elena: (levantándose de la silla de ruedas y despojándose de algún objeto o parte del vestuario muy significativo del personaje que está interpretando) Leo, cariño, me ecantaria saber, antes del otro ensayo previo al rodaje, cual va a ser el final, no se...esto de estar aquí con el personaje pendiendo de un hilo sin tener ni idea de como va a acabar, que es que no sabes si va o si viene, me está matando.

Leo: Querida, te informo de que así es la vida, un vaivén constante donde no sabes donde puedes dar un tropiezo o cuando, siquiera, las cosas pueden ir sobre ruedas.

Elena: Pues a este personaje yo las únicas ruedas que le veo son las de su silla. Sinceramente, no se de donde vas a sacar un final feliz.

Leo: ¡Ah! (irónico) ¿Pero, que esperas un final feliz?

Elena: No me jodas Leo, no me jodas... para dramática ya está mi vida, ¿quieres que te cuente lo que me ha pasado hoy?

Leo: ¡NO!

Elena: (lo cuenta) Voy al super y en la caja va y me encuentro...

Leo: (interrumpiendo) Elenita reina, ya estará bien de tanto pesimismo coño. Me crispas, Elena, me hierve la sange. Mira, nena, yo solo te digo una cosa, espérate cualquier situación, ¿eh? cualquier final, cualquier herida abierta donde voy a urgar sin trapujos. Y ahora a casita, ale, a descansar que te veo floja.

Elena: Leo, por favor, solo te pido una cosa, no me jodas con el final, haz el favor de comportarte. Acaba la historia de una vez, esto no es tu vida, ¿de verdad vas a reflejar todo lo que pasó en un montaje? ¿es lo que quieres realmente? A ti no te conviene y sabes que mi no me apetece, lo sabes Leo. Piénsalo, reflexiona y luego comienza a escribir. Nos vemos mañana. (sale y Leo queda pensativo mirando la silla de ruedas se hace oscuro)


Y continúa...
Es muy extenso, así que ahí queda una muestra.

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